miércoles, 15 de enero de 2014

BWAD despide a Juan Gelman

Si ayer recibíamos con alborozo la buena noticia de la publicación de un nuevo número de la revista de poesía Litoral, hoy la poesía se nos viste de luto para despedir al poeta argentino Juan Gelman (Premio Cervantes, 2007), que como a estas alturas ya sabrás murió ayer a la edad de 83 años.


La red está llena de noticias sobre su figura, de modo que nos ahorramos repetir aquí lo que puedes leer en muchos otros sitios: RTVE, El País, La Vanguardia, por mencionar sólo algunos. Especialmente emotivos los mensajes que algunos amigos suyos publican en el blog del propio Juan G. a modo de despedida.

A Gelman la muerte no le asustaba: vivió toda su vida rodeado por ella, sobre todo después de que la dictadura argentina secuestrara y asesinara a sus dos hijos y a su nuera (embarazada de siete meses) en 1976. Y aun así miró al dolor y a la muerte de frente y fue capaz de escribir hermosos poemas que leídos hoy no dejan de tener un cierto efecto balsámico.

Obviamente, el mejor homenaje que podemos hacer al poeta argentino es leer su obra, por suerte fácilmente encontrable en librerías y en todo el ciberespacio (por ejemplo: aquí, y aquí)

Documental: Juan Gelman y otras cuestiones
Recital: Del Amor: Juan Gelman y Rodolfo Mederos (bandoneón): Parte 1 | 2 | 3


Referencias, datos personales 

A mí me han hecho los hombres que andan bajo
el cielo del mundo
buscan el brillo de la madrugada
cuidan la vida como un fuego.

Me han enseñado a defender la luz que canta conmovida
me han traído una esperanza que no basta soñar
y por esa esperanza conozco a mis hermanos.

Entonces río contemplando mi apellido, mi rostro en
el espejo
yo sé que no me pertenecen
en ellos ustedes agitan un pañuelo
alargan una mano por la que no estoy solo.

En ustedes mi muerte termina de morir.
Años futuros que habremos preparado
conservarán mi dulce creencia en la ternura,
la asamblea del mundo será un niño reunido.
 


Costumbres

no es para quedarnos en casa que hacemos una casa
no es para quedarnos en el amor que amamos
y no morimos para morir
tenemos sed y
paciencias de animal.


 El juego en que andamos

Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.


Claro que moriré y me llevarán…

claro que moriré y me llevarán
en huesos o cenizas
y que dirán palabras y cenizas
y yo habré muerto totalmente

claro que esto se acabará
mis manos alimentadas por tus manos
se pensarán de nuevo
en la humedad de la tierra


yo no quiero cajón
ni ropa

que el barro asuma mi cabeza
que sus orines me devoren
ahora
desnudo de ti



Arte poética

Entre tantos oficios ejerzo éste que no es mío,
como un amo implacable
me obliga a trabajar de día, de noche,
con dolor, con amor,
bajo la lluvia, en la catástrofe,
cuando se abren los brazos de la ternura o del, alma,
cuando la enfermedad hunde las manos.
A este oficio me obligan los dolores ajenos,
las lágrimas, los pañuelos saludadores,
las promesas en medio del otoño o del fuego,
los besos del encuentro, los besos del adiós,
todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre.
Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos,
rostros oscuros los escriben como tirar contra la muerte. 


XCI

toda poesía es hostil al capitalismo
puede volverse seca y dura pero no
porque sea pobre sino
para no contribuir a la riqueza oficial

puede ser su manera de protestar de
volverse flaca ya que hay hambre
amarilla de sed y penosa
de puro dolor que hay puede ser que

en cambio abra los callejones del delirio y las bestias
canten atropellándose vivas de
furia de calor sin destino puede
ser que se niegue a sí misma como otra

manera de vencer a la muerte
así como se llora en los velorios
poetas de hoy
poetas de este tiempo

nos separaron de la grey no sé que será de nosotros
conservadores comunistas apolíticos cuando
suceda lo que sucederá pero
toda poesía es hostil al capitalismo



Verdad es

Cada día
me acerco más a mi esqueleto.

Se está asomando con razón.

Lo metí en buenas y en feas sin preguntarle nada,
él siempre preguntándome, sin ver
cómo era la dicha o la desdicha,
sin quejarse, sin
distancias efímeras de mí.

Ahora que otea casi
el aire alrededor,
qué pensará la clavícula rota,
joya espléndida, rodillas
que arrastré sobre piedras
entre perdones falsos, etcétera.

Esqueleto saqueado, pronto
no estorbará tu vista ninguna veleidad.

Aguantarás el universo desnudo.


Juan Gelman
La Condesa DF
28 de octubre de 2013

[Juan Gelman entregó a Joaquín Sabina en México este poema sobre los últimos tiempos de su vida, sobre la que se avecinaba. Es un inédito testamento conmovedor en el que no falta el hondo humor, cabal, del poeta que acaba de morir. Se lo dedicó a Sabina, escrito a mano.]


POESÍA

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